Un enfoque especial en autores independientes hace de "Editorial Rosario" la elegida por aquellos que publican baja, media y alta cantidad de ejemplares.
Todas las obras publicadas, respaldan nuestro trabajo
IMPRENTA EDITORIAL
CÓMO ESCRIBIR UN LIBRO
03- Defina Qué Quiere Escribir.
04- Tenga siempre a mano una libretita y una pluma.
05-Tenga su propio espacio para escribir y todos los implementos necesarios.
06- Los personajes de su obra.
08- Dónde se desarrollará la obra.
09- Sucesos fundamentales de la obra.
10- Los sentimientos de los personajes .
12- Una vez terminada su obra.
01- Introducción.
Muchos de nosotros, en algún momento de nuestra vida, hemos sentido curiosidad por saber cómo se siente una celebridad cuando su obra es reconocida. Ya sea un actor, un pintor o un escritor, estas personalidades comparten una parte de sí mismas con el público a través de su trabajo.
Si usted también sientes la inquietud de expresarte a través de la palabra escrita, le presentamos "Cómo Escribir un Libro", una breve guía de entrenamiento que le ayudará a descubrir el camino que puede convertirse en su vocación: la literatura.
02- Advertencia (libros electrónicos).
Una de las características principales de los libros electrónicos es que se implementan medidas de protección de derechos de autor y editor para evitar la impresión o copia no autorizada del contenido, a menos que se cuente con el permiso correspondiente del editor o propietario.
En la ficha de cada libro electrónico, puede encontrar información sobre los permisos configurados para cada título, como la posibilidad de impresión y/o copia del texto en el portapapeles. Es importante destacar que el libro electrónico queda asociado al equipo o dispositivos donde se realizó la descarga.
Por lo tanto, al adquirir un libro electrónico, es recomendable asegurarse de descargarlo en los equipos o dispositivos donde se tiene la intención de leerlo, ya que las restricciones de impresión y copia pueden estar vinculadas a esos dispositivos.
03- Defina qué quiere Escribir.
Dicen que una persona se realiza por completo después de tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro. Es una inquietud que surge desde lo más íntimo de nuestro ser cuando sentimos el deseo de convertirnos en escritores y expresar lo que llevamos dentro.
¿Cuál es el tema que más le llama la atención?
En la literatura encontramos dos grandes campos: la realidad y la ficción. En el campo de la ficción, podemos encontrar géneros como el humor, la poesía, las novelas y mucho más. La narrativa abarca temas de terror, misterio, romance, espionaje, ciencia ficción o futurista; en resumen, hay una amplia variedad de géneros que reflejan la creatividad personal. Por otro lado, en el campo de la no ficción, encontramos temas relacionados con la historia, la medicina, la ciencia en general y textos didácticos. Algunos afirman que los libros más vendidos son las biografías que cuentan la vida y los logros de personas, principalmente artistas. Estas biografías pueden ser sobre su artista favorito, el personaje más destacado de este siglo, deportistas, políticos, escritores, científicos, hombres y mujeres que han dejado huella en la historia de la humanidad. Y no podemos olvidarnos del personaje principal que más nos interesa: nosotros mismos.
¿Un libro sobre mi vida? Puede que se pregunte quién estaría interesado en leer un libro así. Pues bien, usted mismo serías el primer interesado, así como sus familiares y amigos.
No se trata de ganar premios literarios con lo primero que escriba, ya sea con la pluma o con la computadora en esta era cibernética, pero ¿por qué no intentarlo?
Lo primero que debe tener en cuenta al empezar a escribir es su propia experiencia. Puedes comenzar escribiendo un diario.
Sí, no se sorprendas, plasmar en papel sus experiencias del día es el primer paso para aquellos que desean escribir. También es válido anotar sus sueños.
Así como la televisión y el cine presentan historias que están arraigadas en la vida cotidiana y donde algo transforma la vida de los protagonistas, lo mismo puede ocurrir con nuestros textos.
Seguramente ha visto libros que parecen intrascendentes, como "La mejor colección de chistes para despedidas de solteros". Se preguntará quién estaría interesado en leer un texto así. Pues bien, el editor, quien publica el libro, estaría interesado en primer lugar. Él sabe que el contenido de 250 cuentos breves y divertidos para despedidas de solteros tiene un mercado constante. Todos los días aparecen en los periódicos noticias sobre parejas que acaban de casarse, y al menos la noche anterior alguien organizó una despedida de soltero para el novio, donde se contaron chistes de todos los colores y sabores. Ese es su mercado. Y como la gente se casa todos los días, sus compradores serán constantes
Ya ha escogido el tema, ahora necesitamos desarrollar el argumento. Sabemos qué queremos contar, pero nos falta definir cómo lo haremos.
Si en algún momento pensamos en redactar una historia al estilo de las telenovelas actuales, donde hay una gran cantidad de personajes, lo único que debemos hacer, y esto solo se logra a través de la práctica, es tener múltiples historias individuales que converjan en un momento determinado para dar sentido a la existencia de todos ellos en la trama principal. Esto ocurre porque en la vida desempeñamos varios roles simultáneamente: en la familia, en la escuela, en el trabajo, con nuestros amigos, etc.
Lo que necesitamos para construir y desarrollar una historia es darle una estructura. Para escribir textos breves, como cuentos, que sirven como base para relatos más largos, debemos manejar una presentación, un conflicto y un desenlace. Esa es la estructura básica de cualquier cuento.
No debemos preocuparnos por la extensión, ya que puede variar desde unas pocas líneas hasta varias páginas antes de convertirse en una novela corta. Quizás unas treinta páginas serían una dimensión adecuada para considerarlo aún como un cuento.
Los expertos dicen que el cuento más breve del mundo es obra de la fértil e ingeniosa imaginación de Tito Monterroso:
"Y cuando abrió los ojos, el dinosaurio todavía estaba allí".
Es una obra completa por sí misma, no una línea extraída de otro texto más extenso. Contiene los elementos de estructura mencionados y le corresponde al lector sacar sus propias conclusiones sobre lo que sucedió antes y lo que pudo haber ocurrido después de que el protagonista abriera los ojos y se encontrara con el dinosaurio.
Pero hemos mencionado una palabra que no habíamos mencionado antes: relato. ¿Qué es un relato?
Para escribir una historia, utilizamos dos técnicas conocidas como narración y descripción. El uso adecuado de ambas técnicas hará que nuestro relato (acción de contar o relatar, según el diccionario) sea entretenido e interesante para el lector.
Uno de los aspectos más importantes que debemos considerar al escribir es tener un lenguaje amplio, diverso y florido para poder jugar con las palabras en lugar de tener que esforzarnos por encontrar la palabra precisa que necesitamos para expresar exactamente lo que tenemos en mente.
La posesión de un lenguaje rico se logra a través de dos técnicas muy simples: lectura y escritura.
La lectura complementa a la escritura. El ejercicio constante nos permitirá adquirir experiencia; escribir todos los días, aunque sea una página, nos dará la soltura necesaria para plasmar firmemente las ideas que lleguen a nuestra mente cuando nos sentemos frente a la máquina de escribir o al bloc de notas.
Todo esto constituye la base preparatoria para aquellos que deseen escribir un libro, pero lo más importante es que disfrute lo que haces.
Ejercicio:
Puede comenzar a escribir con estos dos sencillos ejercicios de descripción y narración:
1 -Describa su habitación en no menos de 100 palabras.
2 -Narre lo que hizo este fin de semana en su casa, en una cuartilla.
04- Tenga siempre a mano una libretita y una pluma.
Mucho se ha escrito sobre la inventiva y la creatividad.
Algunos sostienen que son cualidades innatas, que solo aquellos con un talento especial para escribir pueden disfrutar de la gratificante tarea de crear historias, textos o libros.
Creemos que hay personas que, efectivamente, nacen con una inclinación o un don especial para convertir las palabras en su herramienta de expresión, y son reconocidas en el mundo como grandes autores.
Pero también deseamos abrirnos un espacio en el mundo de la literatura para demostrarnos a nosotros mismos que también podemos crear páginas, a veces hermosas, muchas veces interesantes, que nos brinden la satisfacción de expresar lo que queremos de manera efectiva.
La pregunta recurrente es si los escritores nacen o se hacen. Debemos reconocer que hay una predisposición innata, pero también podemos demostrar que se puede desarrollar. Lo que se necesita, principalmente, es práctica para convertirse en maestros de nuestro oficio. Y esta práctica se logra escribiendo. Surge la pregunta de dónde obtener ideas para escribir y desarrollar temas.
Dado que la inspiración puede llegar en el momento menos esperado, es crucial que no nos sorprenda desprevenidos y que, cuando tengamos una buena idea, sepamos qué hacer con ella.
La técnica para conservar las ideas es tan simple como llevar siempre una pequeña libreta de notas y un buen lápiz en el bolsillo de la camisa o en el bolso de mano, para que las ideas no se nos escapen de la mente.
La idea que puede convertirse en la base de nuestra historia, el personaje que estábamos buscando para completar el elenco, o la situación clave que resuelve el misterio que estamos desarrollando, puede aparecer en el momento menos pensado. Puede suceder en el teatro, mientras disfrutamos de una conversación en un café o en los lugares más insólitos.
Durante el día, ya sea en el camino al trabajo, en el transporte público, en el automóvil, escuchando la radio o viendo la televisión, un comentario o una noticia pueden desencadenar la idea que ansiosamente perseguimos. Esto es aún más cierto si nuestro trabajo implica investigación, ya que al encontrar un dato importante, siempre es necesario tener dónde anotar esa información inesperada.
Un popular escritor de historias policíacas reconstruye sus cuentos basándose en noticias de ese género que aparecen en los periódicos. Sus personajes son personas de carne y hueso que han protagonizado titulares debido a actos violentos o criminales. El autor no necesita conocer todos los detalles de la historia real para crear sus cuentos.
Él utiliza una técnica casi detectivesca; conoce el desenlace y luego reconstruye la historia al revés. Ya sabe lo que sucedió, y como un buen investigador, debe imaginar los hechos previos que llevaron a ese desenlace violento. Por supuesto, cambia los nombres de los personajes y sitúa los hechos en diferentes contextos, incluso modificando el género de los protagonistas de la noticia. De esta manera, crea una historia nueva y diferente.
Es beneficioso practicar la anotación de ideas, muchas ideas, que nos guíen hacia la concreción de la historia que estamos creando. Recuerdo la anécdota de un hombre que, en su afán de convertirse en escritor, solía despertarse en medio de la noche cuando se le ocurrían ideas geniales. Adoptó el hábito de anotar todo lo que le venía a la mente y colocó su libreta de notas en su mesita de noche para evitar que las ocurrencias se le escaparan. Una mañana, al despertar, recordó que se había levantado en medio de la noche para anotar algo. Efectivamente, en su libreta de notas había escrito apresuradamente: "Anótalo, anótalo".
Ejercicio:
Lleve consigo una libreta de notas durante todo el día. Anote las ideas que le surjan en la mente y que podrían ser temas para desarrollar.
1 - Cuando regreses a casa por la tarde, cuenta cuántas ideas has anotado.
2 - Desarrolle las que considere más interesantes en una hoja.
05- Tenga su porpio espacio para escribir y todos lo implementos a mano.
Es apropiado tener un espacio dedicado a nuestra labor creativa para evitar distracciones y mantener la concentración en nuestro proyecto. Este lugar se convertirá en nuestro santuario, al cual solo nosotros tendremos acceso. No se trata de tener un lugar inaccesible para los demás, pero sí un espacio tranquilo y libre de interrupciones constantes donde podamos trabajar a gusto y dejar volar nuestra imaginación.
A veces el espacio puede ser limitado, pero no importa. Incluso en un pequeño rincón de la habitación podemos acondicionar nuestro lugar de trabajo. Lo importante es que nos sintamos cómodos y tengamos los instrumentos necesarios para desarrollar nuestras actividades.
Es recomendable contar con apoyos para mejorar nuestra escritura. Un buen diccionario, preferiblemente uno etimológico, nos ayudará a ampliar nuestro vocabulario. También es útil tener un diccionario de sinónimos para expresar nuestras ideas de manera variada y evitar la repetición de palabras.
El área de trabajo debe contar con una buena ventilación y una iluminación adecuada. Lo ideal es tener el lugar cerca de una ventana para que entre aire fresco y la luz provenga de la parte posterior y del lado izquierdo, evitando sombras y deslumbramientos, lo cual facilitará la escritura y la lectura.
Para muchas personas, escribir por la noche resulta más tranquilizador. Hay más silencio y quietud, lo que favorece la creatividad. En este caso, es recomendable tener una luz artificial clara, ubicada en la parte superior izquierda y por encima del hombro, para facilitar la escritura y la lectura sin esfuerzo visual.
La música puede ser un buen acompañamiento para muchas personas. Al poner en práctica la generación de ideas, puede ser beneficioso contar con un dispositivo de sonido, ya sea radio, casetes o discos, pero a un volumen bajo que evite distracciones. Se recomienda seleccionar música relajante, preferiblemente clásica, evitando melodías estridentes o muy conocidas que puedan romper la concentración del escritor.
Ejercicio:
Una vez que disponga del tiempo que desea dedicar a escribir en una sola sesión, divida ese tiempo por la mitad. Al cumplir la primera mitad, realice cinco minutos de ejercicios suaves para desentumecer el cuerpo, moviendo las piernas, los brazos y la cintura sin fatigarse. Luego, vuelva a sentarte y continúe escribiendo.
06- Los personajes de su obra.
Ya se mencionó que hay dos maneras de abordar un tema: a partir de la ficción o recreando la realidad, es decir, se puede escribir una novela o una obra histórica.
Dado que lo normal es que se trate de obras de acción y no de lucubraciones filosóficas, es necesario tener uno o varios personajes. Por lo tanto, el primer paso de nuestra clave cuatro es determinar los personajes que tendrán nuestro trabajo.
Si hemos elegido escribir una biografía histórica, ya estará definido el personaje principal, como Napoleón, Hipócrates, etc. Después de determinar las características fundamentales de nuestro personaje elegido, debemos determinar otros personajes importantes que hayan sido determinantes en la evolución de su existencia.
Cuando se trata de un trabajo de rigor histórico, es decir, apegarse a los hechos de manera indispensable, como en el caso de una biografía, es necesario investigar en muchas fuentes documentales. En el caso de un personaje contemporáneo, se pueden realizar entrevistas con personas que lo conozcan para obtener información de primera mano.
Esto significa que nuestro biografiado no necesariamente tiene que haber fallecido para ser objeto de nuestro estudio.
Por otra parte, si hemos decidido escribir una novela, nuestro horizonte se amplía mucho en cuanto a la determinación del número de personajes y sus características. Puede tratarse de uno solo o de una cantidad alta de personajes.
Si durante el desarrollo de su obra, ya sea de ficción o de realismo, considera que falta alguien, no se preocupe; siempre habrá tiempo de introducirlos en la trama. Incluso, si en algún momento se encuentra atrapado y no sabe cómo solucionar las cosas, puede inventar a alguien que conozca toda la verdad o que de repente recupere la memoria.
Es increíble la infinidad de posibilidades que existen para escribir. Por ejemplo, en una obra de ficción, desde un cuento hasta una gran novela, se pueden crear personajes que, gracias a la inventiva del autor, sean dueños de su propia historia y, por lo tanto, la trama puede tomar los más diversos derroteros.
En cuanto a la creación de personajes, es fundamental determinar su identidad y otros aspectos interesantes de su vida, como quiénes son los miembros de su familia, cómo transcurrió su infancia, si goza de buena salud o padece alguna enfermedad física o mental (los personajes con alteraciones mentales siempre han sido recurso de autores de obras dramáticas o de acción). También se debe señalar el lugar de residencia, su nivel social y económico, ya que no siempre están ligados, e incluso su muerte y la forma en que ocurrió.
Si encontramos dificultad para crear personajes, podemos recurrir a las personas que conocemos, como amigos, familiares, maestros, compañeros de trabajo o vecinos. Todos ellos pueden servir de modelos para uno de los personajes de nuestra historia.
También se puede dotar de "armas" al personaje para que se desenvuelva mejor, especialmente si se trata de una obra de suspenso. Algunos de ellos pueden ser poseedores del "secreto" que resolverá la trama, mientras que otros pueden basar su desarrollo en mentiras para complicar aún más la historia, lo que ayuda a crear confusión entre los demás personajes.
Pero cambiemos de temática. No todos nos inclinamos por escribir historias de suspenso. ¿Acaso los niños no tienen derecho a leer? Para ellos, podemos inspirarnos en Esopo, el esclavo nubio que pasó a la historia gracias a sus fábulas, al igual que el francés Lafontaine y el español Samaniego, quienes dieron personalidad a los objetos y animales.
Después de leer estas recomendaciones, seguramente nunca se habrá sentido con tanta libertad para crear historias y personajes que revolotean en su imaginación y solo esperan la oportunidad de brotar y tomar forma en las páginas que está a punto de redactar.
¡Adelante, pues!
Ejercicio:
De acuerdo con el siguiente formato, trace sus personajes. Recuerda que no es necesario llenar todas sus características ni que todos los personajes sean tan abundantes en ellas, pero es una buena manera de comenzar a definirlos.
Sexo:
Edad:
Nombre:
Estudios:
Trabajo:
Estado familiar: Hijo(a) de familia, cabeza de familia, sin familia.
Situación económica: Sin dinero, con medios para subsistir, rico o millonario.
Ascendencia: Noble, títulos, descendiente de delincuentes, etc.
Clase social: Baja, media, alta.
Salud física: Buena o mala.
Características físicas: Color de ojos, cabello, complexión, estatura, señas particulares, etc.
07- Definición de la época.
Una vez que hayamos definido las características de nuestros personajes, es importante ubicar la época en la cual se desarrollarán. Es decir, en qué momento histórico vamos a situarlos, ya que esto también influye poderosamente en la acción y el argumento de la historia.
Lo más común es que cuando uno se inicia en los desconocidos terrenos de la literatura de ficción, sitúe su historia en la época contemporánea, es decir, en el momento que estamos viviendo. Esto sucede porque es la época que uno conoce mejor. Y esto no es algo malo, al contrario, es un buen comienzo para un autor novel.
Pero ¿qué sucede cuando se nos ocurre escribir un cuento futurista, de los llamados "Ciencia Ficción", ahora que las computadoras, los vuelos espaciales y los instrumentos más sofisticados son parte de la vida cotidiana, y con los cuales los autores de la posguerra de 1945, la época de oro de la ciencia ficción, soñaban todavía como algo inalcanzable?
Esta situación nos lleva a un aspecto que no podemos ni debemos descuidar: el lenguaje. Para ser coherentes con la situación y el entorno temporal, el modo de expresión es muy importante.
Si nos centramos en detallar la ropa de los personajes, por ejemplo, debemos investigar las características de la moda de esa época específica.
Ejercicio:
Escoja una época de la historia de la humanidad que le atraiga. Intente definir las características de ese momento en cuanto a la forma de ser de las personas, la estructura social, el régimen político, las costumbres de vestimenta y la alimentación. Puede ayudarse con textos especializados para obtener información más precisa y detallada.
08- Dónde se desarrollará su obra.
Dentro de nuestro trabajo de redacción de una obra literaria, una vez que hemos establecido los personajes, sus características físicas y psicológicas, y hemos definido el momento histórico y la época en la que se desarrollará la historia, el siguiente paso, consiste en ubicar el lugar donde se desenvolverá nuestra trama.
No debemos olvidar que, según el tipo de trabajo que estemos realizando, es necesario adoptar cierto rigor científico para brindar credibilidad y autenticidad a nuestras argumentaciones. Ya sea una obra histórica o de ficción, es de gran importancia definir el escenario de las acciones.
Al establecer claramente el lugar de los acontecimientos, habremos dado un paso importante en nuestro trabajo. En el caso de una obra histórica, como una biografía, por ejemplo, es fundamental indicar que los lugares mencionados deben ser aquellos en los que ocurrieron los eventos históricos sobre los cuales estamos escribiendo, evitando caer en artificios o invenciones.
De ahí la relevancia de nuestras fuentes de investigación, ya sea a través de documentos, libros, revistas, periódicos o incluso correspondencia cruzada entre el protagonista de nuestra obra y otros personajes que también puedan ser relevantes para otorgar mayor autenticidad a la obra.
En el caso de un trabajo histórico contemporáneo, como mencionamos anteriormente, las entrevistas, la investigación social y la investigación de campo, es decir, acudir al lugar de los hechos para realizar observaciones directas sobre los sucesos que nos interesan, son técnicas que nos permitirán enriquecer nuestro trabajo de escritorio, que incluye la investigación documental y la redacción.
En la literatura de creación, uno puede elegir libremente el lugar para desarrollar la trama. Cualquier rincón del mundo puede ser el escenario adecuado si sabemos reconocer el entorno apropiado para nuestros personajes, ya que incluso el clima puede influir de manera significativa en su comportamiento y reacciones, dado que constituye el ambiente natural y cultural en el que se desenvuelven.
Un hombre que vive en la ciudad, con todas las comodidades y lujos que le ofrece residir en un condominio de una zona residencial, no reaccionará de la misma manera que alguien que vive en medio de la selva, donde la luz eléctrica es desconocida y la mayor preocupación radica en la llegada de una temporada de lluvias beneficiosa pero no excesiva, para no afectar negativamente las cosechas, o en la provisión de petróleo para los quinqués que iluminan las oscuras noches.
Entre las muchas posibilidades que ofrecen estas claves, el lugar podría parecer, a simple vista, menos relevante. Lo importante es que el escritor novel sepa aprovechar su inventiva al elegir un lugar adecuado para su historia, pero siempre intentando describirlo de la manera más realista posible, para convencer al lector de su autenticidad.
Ejercicio:
La superficie del planeta Venus, que está constantemente envuelto en nubes de vapor, se cree que contiene una gran cantidad de agua. Sin embargo, es importante destacar que Venus es un planeta extremadamente inhóspito y hostil, con temperaturas extremadamente altas, presión atmosférica aplastante y una atmósfera compuesta principalmente de dióxido de carbono.
A pesar de la presencia de nubes de vapor, estas están compuestas principalmente por ácido sulfúrico y no se considera que contengan una cantidad significativa de agua líquida. La superficie de Venus es un paisaje infernal, con volcanes activos, llanuras volcánicas extensas y una atmósfera densa y tóxica.
La exploración espacial ha revelado que Venus es un mundo rocoso con una geología única, pero su ambiente hostil hace que cualquier forma de vida tal como la conocemos sea altamente improbable.
En el contexto de una obra literaria, si decide ubicar una historia en Venus, podría imaginar colonias humanas bajo cúpulas protectoras o estaciones espaciales flotando en la atmósfera venusiana, donde la tecnología avanzada permita la supervivencia de los personajes en este entorno inhóspito. Sin embargo, es importante tener en cuenta las características reales del planeta Venus y adaptarlas de manera coherente a la trama de la historia.
09- Sucesos fundamentales de la obra.
La definición de los acontecimientos que uno desea plasmar en su obra es uno de los puntos fundamentales y constituye el ejercicio principal de nuestro trabajo.
En los puntos anteriores hemos acumulado una serie de elementos que nos ayudan a conformar las características del tipo de trabajo que deseamos elaborar. Ya sea una obra de naturaleza histórica o ficticia, debemos enfrentar el desafío de desarrollar el argumento.
Hemos comprendido previamente qué implica un argumento desde el punto de vista etimológico, es decir, poner las cosas en claro. Esto significa que una vez que hemos elegido el tema, debemos desarrollar su contenido para clarificar todo lo que queremos transmitir, nuestras inquietudes, conocimientos y aquello que podemos descubrir a través de la investigación, con el fin de alcanzar una meta, una conclusión.
Debemos partir del enfoque particular que deseamos darle a nuestra obra, ya sea una novela, un trabajo histórico o una biografía. Tomemos como ejemplo a Napoleón. Si no buscamos realizar un trabajo exhaustivo, podemos particularizar el enfoque de su biografía, como un ensayo sobre la trascendencia de Napoleón como estratega militar, o bien explorar su vida amorosa como el Gran Corso. También podemos enfocarnos en las circunstancias que llevaron a Bonaparte a crear su famoso Código, que todavía conserva valores vigentes después de casi 200 años de existencia.
Si bien la política ha dado lugar a intrigas tan importantes en la ficción como las de Macbeth de Shakespeare, en la realidad el sonado caso Dreyfus llevó a Emilio Zola a enfrentar la corrupción del régimen en la Francia de 1900. Y más recientemente, la labor de investigación periodística de dos reporteros estadounidenses llevó a la caída del líder de la nación más poderosa del mundo hace apenas 27 años, como se relató en "Todos los hombres del presidente".
Los asuntos cotidianos nos brindan ejemplos de temas desarrollados de manera inteligente que conducen a obras interesantes.
Si a alguien le parece árida la sección financiera del periódico, puede ser un buen ejercicio construir un cuento corto sobre las vicisitudes que enfrenta un grupo de empresarios ante la hipotética caída de la bolsa de Hong Kong. ¿Qué repercusiones tendría en cada país? ¿Cuál de los protagonistas, involucrado hasta los huesos en actos ilícitos, se quitaría la vida, como sucedió en muchas partes del mundo durante el famoso crack del 29?
Y no debemos olvidar una sección que cuenta con una gran cantidad de lectores: la deportiva. Las aspiraciones de los atletas en ciernes por cumplir con el lema olímpico de "más rápido, más alto, más fuerte". Esa es la divisa de muchos que dedican buena parte de su vida a la práctica de alguna disciplina atlética.
Más allá de la premisa de "mente sana en cuerpo sano", las actividades deportivas engloban un mundo que solo aquellos que se sumergen en él pueden comprender. Tanto los propios deportistas como los llamados "deportistas de pantalón largo", aquellos que gestionan equipos y recursos, se ven envueltos en circunstancias que el escritor que elija este tema puede hacer más o menos oscuro, más o menos dramático, lleno de aspiraciones para los practicantes o incluso contar una historia sentimental distinta en medio de las circunstancias que rodean a los atletas en determinados momentos.
Desde la creación de los mitos más antiguos hasta los temas actuales que exploran los insondables laberintos de la mente, se han creado obras literarias gigantescas que perduran.
La fantasía, ¿en qué consiste? Afirmamos que es esa capacidad creadora de cosas imposibles. Aunque muchos nieguen tenerla, puede estar escondida en algún recoveco de la mente y solo necesita ser ejercitada para brotar de manera incontenible. Como en todos los casos, es necesario poner en práctica los órganos para evitar que se atrofien. Y aunque el cerebro no sea un músculo, debemos ejercitarlo para que produzca los sueños más disparatados que podríamos tener.
La literatura es la puerta a las manifestaciones humanas más íntimas que un autor se permite plasmar por escrito para que otros las lean.
Es aquí donde afloran los sentimientos y las inquietudes, donde a menudo se plasman los propios temores o los ajenos, cuando la creatividad permite tomar esas experiencias de otros que han impresionado al escritor y llevar esas expectativas al papel.
Los textos que giran en torno a los temores tienen un aspecto muy especial, ya que permiten manejar historias llenas de suspenso, dramatismo y angustia ante lo desconocido o por la certeza opresiva del futuro. A partir de ahí, uno puede expresar pensamientos como los que convirtieron a Edgar Allan Poe en el maestro de los cuentos de terror.
La suma de todos los temas que podemos desarrollar nos dará la guía para definir los acontecimientos importantes que conformarán el núcleo de nuestra historia.
Ejercicio:
Describa el color azul, incluyendo lo que despierta en su imaginación, cómo lo relaciona con la pasión, como objeto y como símbolo.
Realice una sinopsis de una página acerca de los sucesos más destacados de la historia que desea escribir, partiendo de un tema dado.
10- Los sentimientos del personaje.
El novelista es un hábil manipulador de personajes. Como creador de sus propias creaciones, los conoce a la perfección, comprendiendo sus reacciones ante diversas situaciones. Además de ser un gran innovador, el escritor desempeña el papel de titiritero. Por lo tanto, el autor debe conocer y adentrarse en la personalidad de cada personaje. No es fácil adoptarla, como se mencionó en la clave anterior, pero es crucial determinar los sentimientos, habilidades e inquietudes que experimentarán aquellos que intervienen en la historia. Cabe recordar que, aunque los personajes son entidades cohesivas, sus sentimientos de amor, odio o desprecio pueden cambiar.
La ira y la sed de venganza pueden acompañarse y, a lo largo de una trama, transformar la conducta de un personaje que en un principio era dulce, amable y tímido.
Los sentimientos, pasiones y emociones son características que pueden alterar el destino de una persona en un instante. Estas son las herramientas que el escritor utilizará para conferir a su historia una acción inesperada si sabe dosificar cuidadosamente sus elementos, logrando resultados sorprendentes.
La importancia de tener personajes bien delineados radica en que permiten al autor llevarlos a las situaciones más adecuadas para desarrollar la trama sin perder el control de todas las circunstancias.
Cuando comenzamos a escribir, muchos de nosotros debemos aprender a dosificar las reacciones en situaciones específicas donde podría surgir desprecio. En una historia contemporánea, que se desarrolla en cualquier familia y situación cotidiana, podemos reconocer estas interpretaciones, ya sea porque las hemos experimentado como protagonistas o porque las hemos presenciado, algo bastante común. Esto nos permite inspirarnos en personas conocidas para convertirlas en personajes de nuestras historias.
El manejo de la conducta y las reacciones de nuestros personajes es como un vaivén, determinado por los escenarios donde se desenvuelve la trama. Por ejemplo, si el personaje central es un detective, el héroe deberá ser rudo y violento; es poco probable que una persona afable, tímida y apocada en la vida real desempeñe una profesión que requiere de acciones violentas en ciertos momentos. Sin embargo, en ciertas circunstancias, el valor debe prevalecer sobre el miedo para salir adelante. Después de todo, ¿no tiene derecho un ser humano valiente a sentir miedo?
Los personajes que hemos desarrollado siguiendo los ejercicios anteriores tienen un aspecto físico y características psicológicas que los hacen fácilmente identificables, y cobrarán vida según el papel que desempeñen en nuestra historia.
Cuando se mencionó a los personajes de una pieza, se hacía referencia a que su conducta y reacciones son siempre coherentes y directas, sin ambigüedades que los hagan parecer poco confiables a los demás personajes y a los propios lectores. Todo esto nos orienta acerca de la necesidad de practicar mucho, ya que nuestros personajes, al igual que las personas reales, tienen el derecho de combinar dos o más elementos que pueden generar resultados asombrosos: odio y astucia, amor e inteligencia, miedo y rencor. Las posibilidades son infinitas, y todo depende de la capacidad creativa del autor.
Ejercicio:
En una cuartilla, desarrolle un texto en el que el protagonista sea un tímido profesor de escuela que se enfrenta a un grupo de adolescentes iracundos.
¿Dónde se desarrolla esta situación?
¿Por qué los adolescentes están iracundos?
¿Cuál es la reacción primaria del profesor?
¿Qué siente internamente?
¿Cómo solucionará el problema?
11- La resolución de la obra.
A lo largo de los puntos anteriores, hemos abordado el origen, desarrollo y características de nuestra historia y sus personajes. A medida que nos acercamos al final de la trama, debemos darle una conclusión adecuada.
Hemos discutido las características del cuento y cómo se asemeja a una novela en términos de estructura, siendo la única diferencia la extensión. Hablamos de los pasos de presentación, nudo y desenlace.
Existen varias formas de llegar al desenlace de una historia, según nuestras preferencias. Puede haber un final feliz, donde los protagonistas logran sus metas y todos quedan contentos. En una historia romántica, la pareja de enamorados podría vivir felices para siempre, siguiendo el clásico final de cuento "se casaron y vivieron felices". Aunque también existen otras formas de encontrar la felicidad sin necesidad de casarse, según las necesidades de nuestro argumento.
También puede ocurrir que el desenlace no cumpla con las expectativas de felicidad del lector. El autor, con los hilos de la trama en sus manos, podría optar por un final trágico en el que los protagonistas no alcanzan la felicidad anhelada.
Otra posibilidad es que el desenlace refleje la justicia y todos los personajes encuentren su lugar, aunque no necesariamente todos estén satisfechos. También puede presentarse un final que sea precisamente lo contrario, sin llegar a la tragedia; la conclusión puede resultar injusta para los protagonistas en algunos aspectos y aplicarse al proverbio "no hay mal que por bien no venga".
Además de todas estas opciones, podemos buscar dejar un mensaje en nuestra historia, al igual que en las fábulas, donde se menciona una moraleja clásica para que la historia se tome como una lección. De esta manera, la historia adquiere un carácter didáctico.
Para lograr el final deseado y apropiado, considerando las características de nuestros personajes y el entorno en el que se desarrollan, es necesario tener en cuenta tres aspectos: la idea general básica de la obra, el planteamiento del tema o argumento, y finalmente, el desenlace que queremos darle, de acuerdo con los conceptos del género literario mencionados anteriormente.
Se propone la elaboración de una sinopsis, un resumen de los puntos destacados de nuestra historia que servirán como guía para trazar la línea argumental. Una vez conocido el tema y su evolución, será necesario pensar en cómo narraremos la obra, enfocándonos en lo esencial en contraposición a lo meramente episódico: los hechos fundamentales frente a los adicionales que ayudarán a enriquecerla. Aunque hay relatos que prescinden del diálogo y se basan exclusivamente en la narración, incluso si están escritos en primera persona.
Si deseamos llevar nuestro relato a una terminación dramática, debemos prestar especial atención a la acción, ya que es allí donde se enfocará nuestra atención.
En un final trágico, son los propios protagonistas quienes mueren, al estilo de Romeo y Julieta, debido a la imposibilidad de su amor.
Ejercicio:
Escriba una sinopsis con las características mencionadas, con una extensión máxima de una cuartilla. Incluya los personajes principales, las situaciones y el tema definido. Además, ensaye varios finales distintos, uno trágico y uno humorístico.
12- Una vez terminada su obra.
Una vez que haya terminado su obra literaria, es importante concederle un descanso. Aunque pueda parecer lo contrario, este descanso no es para usted, sino para la obra misma. Deje que repose un tiempo, permitiendo que se enfríe un poco el entusiasmo, para que luego pueda revisarla con calma y entusiasmo al mismo tiempo. Durante esta revisión, realice los ajustes y correcciones que considere necesarios, especialmente en aspectos gramaticales y ortográficos.
Después de haber completado su cuento o novela y haberle dado los toques finales, llega el momento de la segunda fase del trabajo del escritor: el registro de la obra. Algunas editoriales pueden encargarse de este trámite por usted. El número de ejemplares de la primera edición puede variar, y la editorial le asesorará según lo consideren apropiado. También se tomará en cuenta la calidad del papel en el que se imprimirá la obra, ya que esto está relacionado con el precio de venta al público. Dependiendo del mercado al que se dirija, la editorial puede ofrecer diferentes opciones, como ediciones económicas, libros de bolsillo, ediciones de lujo, etc. Además, la portada puede llevar solo letras o combinar letras con ilustraciones o fotografías llamativas. La calidad de la encuadernación es importante, ya que afecta la venta del libro. Es conveniente garantizar una encuadernación de buena calidad para evitar problemas como el desprendimiento de páginas al hojearlo. También se debe considerar la distribución y el lanzamiento de la obra.
Es fundamental tener una idea de todos estos aspectos para que los autores noveles puedan contar con la seguridad de que los editores manejarán su obra con gusto y profesionalismo.
Si ya ha escrito su obra, le invitamos a comunicarse con nosotros lo antes posible.
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